El teléfono móvil se ha convertido en parte integrante de nuestra vida diaria. Puede afirmarse que más que un artefacto tecnológico, el teléfono móvil es un objeto con un importante impacto cultural en todos los espacios y rituales de interacción social, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, esta situación es muy diferente en las instituciones educativas y, generalmente, lejos de considerar este medio como una potencial herramienta educativa, está prohibido rompiendo la natural continuidad que debería existir entre la escuela y la sociedad. Por medio de esta investigación se pretende ofrecer un acercamiento a la comprensión de la realidad de la integración de teléfonos móviles en las aulas a través de un estudio sobre actitudes, usos y posibilidades que de este medio realizan uno de los principales, y cruciales, actores en el ámbito educativo: el profesorado,específicamente, de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Y es que los datos no pueden ser más clarificadores. Se considera al teléfono móvil como el medio de comunicación más extendido del mundo superando a la prensa escrita, la televisión e Internet. Se estima que hay más de 6.000 millones de estos dispositivos y las cifras siguen en aumento pudiendo llegar a superar el número de habitantes del planeta en 2014 con 7.400 suscripciones. En el caso español la tasa de penetración de la telefonía móvil supera el 121,7% de la población total con más teléfonos móviles que habitantes, concretamente, más de 58 millones y de este porcentaje un 49% son "teléfonos inteligentes" o smartphones. Por otro lado, la telefonía móvil es un mercado en continua evolución y renovación tecnológica. Un teléfono móvil ya no se limita a permitir realizar llamadas sino que está ampliando, cada vez más, sus posibilidades comunicativas, multimedia y ofimáticas: posibilidad de enviar mensajes SMS y MMS, hacer fotos, grabar audio y vídeo, almacenar datos, música y vídeo, orientarnos por GPS, crear y editar documentos y hojas de cálculo, conectarnos vía Wi-Fi y, por supuesto, navegar por Internet. A pesar de todo lo dicho, la realidad educativa, tal como se señalaba al inicio, muestra una perspectiva completamente distinta y contradictoria, contrapuesta totalmente a la realidad social. Y se manifiesta en la gran resistencia a la integración de los teléfonos móviles como una herramienta educativa más en el contexto escolar. En este sentido se ha centrado la atención en el profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y su relación, genérica y educativa, con el teléfono móvil. Como se sabe, el profesorado es clave para la integración de las Tecnologías de la Información y el Conocimiento (TIC) en el aula. Si el profesorado experimenta con estas tecnologías, las acepta y las hace suyas podría influir, incluso, en las políticas educativas, que en el caso de la telefonía móvil es un factor crucial para su integración educativa, dado el estado actual de la cuestión. Y entre todos los dispositivos móviles, como tecnologías emergentes, el teléfono móvil podría postularse como una potencial herramienta educativa más. En definitiva, teléfono móvil y profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) se convierten en protagonistas de esta investigación y su relación objeto de las preguntas en tres vertientes: actitudes, usos y posibilidades educativas.
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