El ambiente en las clases de educación física: ¿un espacio inclusivo?

• Rosa Marchena Gómez ^[1] ; Antonio Palomino Martín ^[1] ; Eduardo Ramos Verde ^[1]
  1. [1] Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

     Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

     Gran Canaria, España

     
• Localización: De la educación especial a la educación inclusiva: retos y tendencias en la sociedad digital / Víctor del Toro Alonso (dir.), Castellar López Guinea (dir.), Mónica Jiménez Astudillo (dir.), 2015, ISBN 978-84-96702-61-5, págs. 353-365
• Idioma: español
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• Resumen

  • La investigación que presentamos se centra en caracterizar el ambiente en las clases de Educación Física desde el análisis de dos elementos claves: la interacción que mantiene el profesorado con sus alumnos y alumnas y la disponibilidad que mantiene este alumnado ante las tareas que va realizando. Los resultados hallados se han comparado posteriormente con lo que desde los supuestos teóricos se considera deseable bajo el enfoque de la Educación Inclusiva. La metodología aplicada para desarrollar este estudio ha sido etnográfica acogiéndonos a un estudio de casos múltiples como estrategia de diseño. Mediante un muestreo intencional participaron siete centros (cuatro de Primaria y tres de Secundaria) y doce profesores, registrándose un total de sesenta y siete sesiones de clase. La tradición investigadora en Educación Física reúne poca profusión en esta línea de estudio ya que normalmente ha estado marcada dentro del paradigma positivista y cuantitativo, visión que ofrece muchos límites cuando se desea investigar lo que sucede mientras se desarrolla una sesión de clase. Las conclusiones nos advierten que el ambiente en las clases de Educación Física analizadas favorece la inclusión por los muchos rasgos de personalización que dirige el profesorado al alumnado, dando lugar a una interacción próxima y comprensiva. La escasa dificultad y los resultados académicos exitosos, favorecen también la aceptación de todo el alumnado. Sin embargo, se hace necesario reestructurar y mejorar el control de las clases, el número de ayudas y valoraciones que dirige el profesor a los estudiantes, la participación pedagógica y la implicación. El profesorado debe, a su vez, incorporar una perspectiva curricular para interpretar las dificultades de aprendizaje que van surgiendo.