El presente trabajo versa sobre la importancia que tienen algunos elementos imprescindibles en los entornos de aprendizaje virtual, como son los relacionados con la presencia docente.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han contribuido a la creación de un nuevo entorno social, la denominada Sociedad de la Información, en la que se redefinen los ejes espacio/temporales y surgen nuevos esquemas de relación del hombre con el medio y entre sí. En este contexto, el proceso de enseñanza-aprendizaje está experimentando un impacto y precisará de cambios significativos y adaptaciones para responder a las demandas de un entorno más flexible, abierto y multifacético. Del mismo modo, la formación también está experimentando este impacto y se requiere una adaptación para las demandas de esta Sociedad. El aprendizaje ha dejado de estar vinculado a un espacio y un tiempo, para traspasar los muros del aula convencional y adentrarse en un aula virtual que se enmarca dentro de la que podemos llamar Sociedad del Aprendizaje y en el aprendizaje durante toda la vida.
El aprendizaje permanente de todos nosotros, de manera individual y colectiva, constituye un reto que hemos de encarar con decisión en el siglo XXI: hemos de hacerlo con los medios más adecuados. Y ya sabemos que al hablar de aprendizaje nos referimos tanto a conocimientos, como a otras competencias cognitivas y emocionales, incluidos valores, actitudes, creencias y conductas.
Hemos de adaptar nuestro perfil a los nuevos tiempos, desde una posición autocrítica y una disposición permanente al aprendizaje.
Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) no deberían servir para separar grupos, sino para acercar y mejorar sus posibilidades de acceso a la formación, el aprendizaje y el desempeño profesional.
Como consecuencia de este nuevo entorno, la educación en todos sus niveles, se ve también afectada, y cada vez se potencia más la colaboración y acceso a otros espacios de aprendizaje en otros centros, permitiendo que los alumnos puedan conectar su aula con otras aulas en centros distantes, en ocasiones incluso en otros países.
La “nueva revolución”, la de las telecomunicaciones y de la información ha trastocado las tres unidades típicas del ambiente instructivo en la enseñanza tradicional: tiempo, lugar y acción. Todos en el mismo lugar, al mismo tiempo, realizando las mismas actividades de aprendizaje.
El acceso a los contenidos en formato digital y su disponibilidad en todo momento, propicia un gran número de usuarios de plataformas virtuales de formación, y la posibilidad de crear Comunidades Virtuales de Aprendizaje permanente.
Nos encontramos ante un escenario en que el concepto clave para la evolución en los espacios de enseñanza-aprendizaje es la Innovación, concepto que no siempre se entiende como debiera, y menos en contextos educativos-formativos.
Es cierto que en los últimos años se ha estado hablando y escribiendo multitud de “recetas” y consejos sobre la innovación en la escuela, pero aún faltan muchos flecos que habrá que seguir delimitando en función de experiencias y avances que vayan afianzando modelos de transformación profunda.
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