La interpretación musical es una actividad compleja a nivel motor, cognitivo y emocional que depende de una variedad de factores, no solo relacionados con la competencia musical. Los estados psicológicos pueden influir en el nivel de competencia artística, ya que pueden facilitar o impedir que los músicos intérpretes muestren su verdadero potencial musical. El desarrollo de habilidades de autorregulación dirigidas a suscitar la respuesta de Fluidez puede contribuir a mejorar la calidad de su experiencia durante la interpretación, aumentar la motivación intrínseca, y facilitar el compromiso con la actividad durante largos períodos de tiempo (importante para los logros creativos y artísticos). En las enseñanzas musicales parece fundamental el desarrollo de habilidades psicológicas que preparen adecuadamente a los músicos y estudiantes de música a afrontar los estresores específicos vinculados a las demandas de sus estudios y de su futura profesión. Pero, más allá de los beneficios específicos en la actividad profesional, el entrenamiento en habilidades psicológicas de autorregulación podría influir en su salud y bienestar general.
La teoría de la Fluidez se enmarca en la corriente de la Psicología Positiva, cuyo cuerpo de conocimiento ha ido en aumento desde el inicio del S. XXI. Desde esta corriente, la investigación científica se ha dirigido a comprender y construir aquellos factores que permiten que las personas, las comunidades y las sociedades prosperen. Los resultados del creciente número de investigaciones que han estudiado los efectos de aplicar la Psicología Positiva en diferentes ámbitos, muestran que la Psicología Positiva tiene una amplia base de evidencia que respalda su eficacia. Específicamente, la investigación sobre la experiencia de Fluidez ha aumentado durante los últimos años. La Fluidez “es un estado gratificante de profunda implicación y absorción que las personas experimentan cuando afrontan una actividad desafiante y perciben habilidades adecuadas para involucrarse” (EFRN, 2014)1. El fenómeno fue descrito por Csikszentmihalyi (1975)2 para explicar por qué las personas realizan actividades sin más motivo que la actividad en sí misma, sin recompensas extrínsecas, y, además, persisten en esas actividades.
La experiencia de Fluidez es una experiencia reconocida como una realidad fenomenológica por personas de todas las edades, género, estatus socioeconómico y muy diversas culturas; y se considera como un estado positivo de conciencia por todas ellas. La evidencia que se ha obtenido a través de décadas de investigación ha mostrado que la experiencia de Fluidez, entendida como una experiencia óptima, sucede cuando los desafíos que una persona afronta, así como las habilidades que tiene para involucrarse están en equilibrio y a partir de un cierto nivel (superior a lo que uno realiza de forma más cotidiana en la vida diaria). Aunque estas relaciones están en parte moderadas por otros factores, tanto situacionales, como personales. La evidencia empírica también muestra que la Fluidez se asocia al afecto positivo. Cuando las personas experimentan Fluidez en una situación, también tienden a ser felices después. En el contexto de actividades que ofrecen desafíos óptimos para las habilidades que posee una persona, es un estado que se ha asociado de forma positiva con el rendimiento. En parte, porque el estado de Fluidez, como estado intrínsecamente gratificante, conduciría a un mayor compromiso con la actividad a lo largo del tiempo.
En el ámbito de la música, existe una acumulación creciente de trabajos de investigación que han estudiado la Fluidez desde diferentes perspectivas. En el contexto de la interpretación musical, uno de los temas de mayor interés está relacionado con la contribución de la experiencia de Fluidez a la mejora de los síntomas de la Ansiedad Escénica Musical y a la mejora del rendimiento o calidad interpretativa. Para poder evaluar el estado de Fluidez en personas que interpretan música, pero también, para poder evaluar la eficacia de intervenciones dirigidas a desencadenar la respuesta de Fluidez, es necesario contar con un instrumento de medida del estado de Fluidez, validado en una muestra representativa de músicos intérpretes del Estado Español.
El hilo conductor de la presente tesis ha sido la medición del estado de Fluidez en el contexto de la música. En primer lugar, se realizó la adaptación al español y la validación del instrumento de medida del estado de Fluidez, cuyas propiedades psicométricas se analizaron con una amplia muestra de 486 músicos del Estado Español que tenían una relación consolidada con la actividad musical (tanto estudiantes, profesionales, como aficionados). En segundo lugar, se utilizó el instrumento para evaluar el estado de Fluidez en personas con Altas Capacidades Intelectuales cuando interpretan música. Este estudio se realizó como un estudio piloto, dado que no existe en la literatura un trabajo previo en el que se haya medido el estado de Fluidez en estas personas. En tercer lugar, se utilizó el instrumento para evaluar un programa de intervención específico de entrenamiento de habilidades de autorregulación psicológica diseñado para músicos intérpretes. El objetivo principal fue desencadenar la respuesta de Fluidez y el afrontamiento de la Ansiedad Escénica Musical durante la interpretación.
De los resultados obtenidos en los tres estudios se puede concluir, en primer lugar, que se dispone de una herramienta validada para evaluar el estado de Fluidez en músicos intérpretes. La validación de este instrumento puede tener implicaciones clínicas y educativas, ya que el uso del cuestionario permite identificar aspectos importantes de lo que facilita o inhibe una actuación musical o del mismo aprendizaje. También puede utilizarse para futuras investigaciones donde se desee medir la variable estado de Fluidez. En segundo lugar, los resultados del segundo estudio sugieren una relación entre las personas con altas capacidades, la experiencia de Fluidez, concretamente en la experiencia de la pérdida de la autoconciencia, y aspectos de la personalidad creativa. Los resultados también sugieren que las personas con altas capacidades podrían controlar mejor su atención, disfrutar más durante el aprendizaje y, por tanto, aprender mejor. Para finalizar, los resultados del programa de intervención mostraron que los músicos intérpretes que participaron en el programa aumentaron los niveles del estado de Fluidez y disminuyeron los niveles de Ansiedad Escénica Musical de forma estadísticamente significativa. Ello sugiere que los programas que contemplen en su diseño una combinación de todas las técnicas y métodos que se utilizaron en el programa y que provienen de la Psicología científica podrían ser útiles para tratar la problemática de la Ansiedad Escénica Musical o prevenirla; y, además, podrían facilitar el estado de Fluidez, un mayor disfrute durante la interpretación y potencialmente una mejor calidad interpretativa.
Se exponen las limitaciones y se señalan direcciones futuras de investigación.
1 EFRN, 2014: Red Europea de Investigadores de Fluidez (European Flow-Researchers’ Network) 2 Csikszentmihalyi, M. (1975). Beyond boredom and anxiety. Jossey-bass.
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