Este estudio tuvo el objetivo de analizar la conceptualización de la violencia docente basada en género desde la perspectiva del personal docente de una institución de educación superior orientada a la formación de formadores. A partir de un enfoque cuantitativo, se recopilaron datos a través de encuestas que incluían redes semánticas y escalas de respuesta tipo Likert. Los resultados del estudio revelan que el personal docente generalmente comprende la Violencia Docente basada en Género como un problema influenciado por diversas causas como el machismo, el autoritarismo y la desigualdad. A su vez, estos conceptos están relacionados con prácticas identificadas por los docentes, como la discriminación, la exclusión y el acoso, las cuales son vistas como formas importantes de violencia de género en el ámbito educativo. Estas actitudes y comportamientos reflejan la perpetuación de la desigualdad y el abuso de poder en este entorno. No obstante, en términos de las prácticas cotidianas en la institución participante, los hallazgos indican una baja o casi nula incidencia de tales actos según la visión del profesorado y aunque esto podría ser influenciado por la subestimación y la normalización de comportamientos violentos, en general, los docentes muestran una actitud sensible y comprensiva hacia la violencia de género, destacando la importancia de mantener una capacitación continua para abordar eficazmente cualquier forma de violencia de género en el ámbito educativo. Esto contribuiría a crear entornos más seguros para todos los involucrados en el proceso educativo.
This study aims to analyze the conceptualization of gender-based teacher violence from the perspective of teaching staff at a higher education institution focused on teacher training. Using a quantitative approach, data was collected through surveys that included semantic networks and Likert-type response scales. The study's findings reveal that teaching staff generally perceive gender-based teacher violence as a problem influenced by various factors such as machismo, authoritarianism, and inequality. Furthermore, these concepts are linked to practices identified by teachers, such as discrimination, exclusion, and harassment, which are seen as significant forms of gender violence in the educational setting. These attitudes and behaviors reflect the perpetuation of inequality and abuse of power in this environment. However, in terms of everyday practices at the participating institution, the findings indicate a low or almost non-existent incidence of such acts according to the faculty's perspective. Although this could be influenced by the underestimation and normalization of violent behaviors in general, teachers demonstrate a sensitive and understanding attitude towards gender violence, emphasizing the importance of maintaining ongoing training to effectively address any form of gender violence in the educational setting. This would contribute to creating safer environments for all involved in the educational process.
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