La aplicación práctica de numerosos principios técnicos y científicos dentro del ámbito de la seguridad y la higiene alimentaria, posibilita que a través del control en la variación de las temperaturas, se puedan reducir los riesgos microbiológicos de los alimentos (contaminados de modo natural o por mediación de una manipulación incorrecta). Nos encontramos pues, ante uno de los factores más críticos para lograr un suministro alimenticio de calidad que reúna las condiciones sanitarias y organoléptica correctas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados