Guillermo López García, Vicente Fenoll, Germán Llorca Abad, José Vicente Gámir Ríos, Anastasia-Ioana Pop
La comunicación política se presenta con frecuencia en los mismos términos que una competición deportiva. Desde hace décadas, esta confrontación parece alcanzar su clímax con la celebración de los debates televisados durante los periodos de campaña electoral. Es en relación también con los debates y con las propias campañas que la mediatización de la política alcanza su máxima expresión. A pesar de ello, se trata de una oportunidad única en la que los candidatos de los principales partidos pueden contraponer sus discursos y propuestas. Esto puede llegar a marcar la pauta de una contienda electoral, fijar la agenda de temas sobre los que se discutirá durante el resto de la campaña o decantar el voto de una parte del electorado indeciso.El año 2019 fue particularmente prolijo en la celebración de estos eventos televisados, puesto que en España se celebraron dos comicios generales. el primero en abril y el segundo en noviembre. El presente capítulo analiza el contexto comunicativo y político de los tres debates celebrados en este año, así como los resultados alcanzados en cada uno de ellos. El primero, el del 22 de abril organizado por TVE; el segundo el del 23 de abril organizado por Atresmedia y en tercer lugar, el debate organizado por la Academia de la Televisión y emitido el 4 de noviembre del mismo año.Una de las características particulares de estos eventos es que su formato, así como su estructura, no permanecieron inmutables. En el momento en el que se llevó a cabo este análisis, concurrían tres factores decisivos: la multiplicación de las fuentes de emisión, tanto por el aumento de canales de televisión como por la aparición de plataformas en Internet de diferente índole; el aumento de los contenidos de los propios debates, con la multiplicación de candidatos y la modificación y diversificación del propio formato, siempre a la búsqueda de fórmulas más dinámicas y participativas. El análisis periodístico hecho a posteriori, en el que también se debate quién ganó y quién perdió, añade complejidad a la comprensión de los resultados.El análisis concluye que en los debates celebrados en abril, obtuvieron más éxito los candidatos de los denominados partidos emergentes. En noviembre, en cambio, el agotamiento de las posibilidades prácticas de dichas candidaturas propició que la novedad, la participación del candidato de la ultraderecha, introdujera una variable inesperada. Asimismo, la evolución en el contexto comunicativo, en parte como resultado de los debates, hizo evolucionar los relatos públicos de los partidos, lo que demuestra la importancia de los debates en las campañas electorales.
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