El intérprete está acostumbrado a familiarizarse con una variedad de temas de trabajo en muy poco tiempo. Todos los profesionales tienen a lo largo de sus carreras la experiencia de estar trabajando sin conocer con demasiada precisión el tema de la reunión. Esto es un hecho que se produce repetidas veces y al que el intérprete se acostumbra con la experiencia. No es necesario saber todo lo que saben los expertos en una materia para hacer un buen trabajo. Pero en el campo de la medicina quizás sea un suicidio lanzarse a la interpretación sin antes tener un cierto corpus de conocimientos sobre la materia. En este árticulo el autor pretende abundar sobre aquello que considera indispensable para poder ofrecer un resultado profesional satisfactorio en este campo.
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