Cartagena, España
La respuesta al frío en las plantas se ha identificado como un proceso de aclimatación que requiere la activación y represión de genes que permiten una mejor supervivencia. Dicha respuesta se produce en tiempos cortos o muy cortos de veinte a treinta minutos, lo que implica que los sensores de frío se encuentran presentes en las células vegetales responsables de la respuesta. Durante el proceso de comercialización, muchas frutas y hortalizas se almacenan en cámaras frigoríficas que reducen la velocidad de maduración o senescencia, pero que provocan en algunos casos daños por frío. Hemos utilizado el fruto de tomate de la variedad Micro Tom para llevar a cabo un cribado exhaustivo de genes activados y reprimidos por el frío. Sorprendentemente, ninguno de los genes que aparecieron en el cribado han sido identificados como genes de respuesta al frío o de maduración lo que sugiere que los daños por frío se deben a una disrupción de la maquinaria de mantenimiento celular. El gen LeCBF1 ...
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