El surgimiento de nuevas tecnologías en el campo de la comunicación, especialmente después del advenimiento de Internet, está forjando una reorientación de las formas en que producimos, transmitimos y consumimos una gama de productos de medios. Los medios de televisión, por ejemplo, pierden o comparten espacio para nuevas plataformas, ya sea informativas o de entretenimiento. En Brasil, se nota la pérdida de audiencia de productos como la telenovela. Fórmula que se ha convertido en un producto en el campo ficticio de gran éxito entre el público brasileño y, en algunos casos, en los países donde se mostró, la telenovela actualmente ha experimentado una pérdida significativa de público. Una posible explicación para el declive o del estancamiento de la audiencia de telenovelas se puede encontrar en las plataformas de transmisión. Si bien la pérdida de audiencia encuentra más visibilidad en el campo ficticio de la televisión, no es el único producto que le resulta difícil mantener y renovar los espectadores. Los productos informativos, como las noticias de televisión, también enfrentan la dificultad de expandir el público. En un sentido diametralmente opuesto, plataformas como Netflix están captando la atención del público joven. Este cambio de hábito (consumo de productos de televisión como telenovelas y noticias de televisión) es una tendencia que puede verse en el resultado de una encuesta realizada con 164 estudiantes de cinco universidades públicas (estatales y federales) de Brasil. La elección de la programación (a la carta) patrocinada por compañías como Netflix, ya sea por sus producciones o por la colección disponible, llama la atención de los jóvenes. Entre los estudiantes universitarios de entre 18 y 25 años, es posible notar que los productos de televisión como las telenovelas y los programas de noticias de televisión tienen dificultades para cautivar al público, mientras que las plataformas de transmisión parecen cautivar las preferencias de los jóvenes. Los datos proporcionados por la encuesta apuntan a una diferenciación importante de la audiencia: 32 estudiantes (19.5%) no miran ninguna programación diariamente en la televisión abierta, mientras que solo 14 (8.5%) no consumen Netflix diariamente. Para los servicios gratuitos y de pago (aunque el precio del paquete básico es asequible), se esperaba que para una muestra de 164 personas con sueldos bajos, el servicio pagado enfrentaría una mayor dificultad con el público. Esta observación se vuelve aún más importante cuando agregamos al pago del servicio de transmisión las cantidades que el consumidor tiene que hacer por un punto de acceso a Internet con velocidad de recepción compatible.
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