La evaluación en la formación por competencias. Puntos fuertes y débiles

• Ausín Gómez, José Manuel ^[1] ; Barriuso Iglesias, Mª Cristina ^[1] ; Blanco Sandía, Mª Angeles ^[1] ; Sánchez Hernández, Mª Isabel ^[1]
  1. [1] Universidad de Extremadura

     Universidad de Extremadura

     Badajoz, España

     
• Localización: De los proyectos de convergencia a la realidad de los nuevos títulos / Miguel Cerezo García (ed. lit.), 2008, ISBN 978-84-8021-679-1
• Idioma: español
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• Resumen

  • Han pasado cuatro años desde que la Universidad de Extremadura, y dentro de ella la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, inició su proceso de transformación hacia el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) siguiendo las indicaciones de la Declaración de Bolonia (1999). Estos años han supuesto un replanteamiento de las metodologías docentes centradas en el aprendizaje del alumno, y una distinta planificación de la evaluación de ese aprendizaje basado en la adquisición de competencias. Este trabajo es una reflexión sobre los sistemas de evaluación de las competencias específicas y transversales realizadas por cada una de las asignaturas que configuran el currículo del primer curso de la Diplomatura en Ciencias Empresariales de la Universidad de Extremadura. Una de las grandes dificultades del proceso de adaptación al EEES ha radicado en el proceso de evaluación y calificación de las competencias, tanto transversales (instrumentales, personales y sistémicas) como específicas (académicas, disciplinares y profesionales) de los alumnos en las diferentes materias, máxime cuando las competencias específicas del antiguo título (Diplomatura en Ciencias Empresariales) deben ser mejoradas por las competencias genéricas del grado (Dirección de Empresas) y adecuarse a los diferentes perfiles profesionales demandados por el mercado laboral actual. En este sentido, sin olvidar que la Universidad debe proporcionar unos conocimientos teóricos sólidos y sin la necesidad de caer exclusivamente en los imperativos del mercado, debemos de reconocer que un sistema de enseñanza-aprendizaje centrado en el binomio alumno-competencia, debe estar dotado de unos mecanismos de valoración lo suficientemente amplios, bien formulados y contrastados que garanticen el éxito de las nuevas metodologías educativas y posibiliten, por una parte, la adecuada incorporación de los graduados al mercado laboral y, por otra, el acceso a enseñanzas de posgrado con una sólida formación en competencias.