El código de barras se ha revelado como un estándar de gestión y comunicación universal que aporta grandes ventajas a los fabricantes e intermediarios que lo utilizan. El número de empresas usuarias es cada vez mayor, así como los sectores en los que se emplea.
No obstante, tanto ventajas como inconvenientes no han sido perfectamente verificados. La exactitud de los precios que los consumidores pagan a los detallistas ha permanecido sin examinar desde la extendida adopción de los sistemas escáner. El precio es una variable importante en la comparación de los establecimientos por parte de los consumidores, en los precios de referencia y en la determinación de la satisfacción de un producto. Pero no lo será tanto si el cliente abona importes diferentes de los marcados en el lineal o de los publicitados en los folletos. El objetivo del presente estudio es comprobar la exactitud de los precios basados en el sistema de códigos de barras, analizando el precio anunciado en folletos, el precio que aparece marcado en el lineal y el precio que suministra los terminales del punto de venta. Para ello, recogimos los precios de categorías de productos comercializados en hipermercados situados en el área metropolitana de Sevilla
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