Todo programa educativo debe propiciar entornos de discusión. Sin embargo, la realidad escolar se muestra desconcertante. Entre las razones que explican este fracaso citamos el escaso desarrollo concedido a la habilidad para ponerse en el lugar del otro o role-taking, como elemento necesario en el diálogo constructivo y razonado.-- los docentes, por tanto, deben animar a la participación y a la resolución de conflictos cognitivos, favoreciendo la incertidumbre, la necesidad de explorar las ideas del otro, actitudes de escucha y de respeto, importantes para la construcción de entornos reflexivos y de diálogo.
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