Colombia
La comprensión de lectura se considera como un pilar fundamental para mejorar el nivel educativo y, consecuentemente, la calidad de vida (Delors & Al Mufti, 1996). La capacidad de leer y escribir determina, en gran parte, el éxito que un individuo tiene para insertarse en la sociedad del conocimiento, permitiéndole interpretar la realidad, generar nuevo conocimiento, repensarse como ser humano y aportar en la sostenibilidad del entorno (Sakaiya, 1995). La importancia de la comprensión de lectura se pone de manifiesto al ser destacada como esencial para la consecución de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, destacándose el número 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. En 2018 más de la mitad de los niños y adolescentes en el mundo no alcanzan los estándares mínimos de competencia lectora (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2019). En Latinoamérica se observa todavía una brecha significativa con los países europeos y asiáticos que parece estar lejos de disminuir (Paúl, 2019). Estos retos han generado cambios en los paradigmas de enseñanza y desarrollo de la lectura. Por ejemplo, desde las propuestas de Pozo (2006), que buscan formar lectores activos capaces de construir sus propios textos, se requiere modificar las concepciones de docentes y estudiantes acerca de los procesos de lectoescritura, especialmente en lo relacionado con la inferencia, la construcción de significado y la interpretación (Cassany et al., 2007; Cassany & Aliagas, 2015).
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