Esta tesis trata de la reconstrucción del saber docente sobre la teoría y la práctica de la evaluación, teniendo como eje la tensión entre el saber y no saber.
Se desarrolla a través de una metodología cualitativa enmarcada por las propuestas del paradigma indicial (Ginzburg, 1989), que investiga el contexto a través de pistas, indicios, marcas y señales que no siempre son inmediatamente visibles y que informan sobre los procesos ocultos, en los cuales interactúan permanencia y transformación. Pistas que ayudan a poner en diálogo la teoría y la práctica que se iluminan así mutuamente.
La tesis ofrece a los/as lectores/as un instrumental teórico y evidencias empíricas de que el error no es negativo, sino que más bien puede representar la posibilidad de acierto, de explicitación de las síntesis ya elaboradas y de construcción de nuevos conocimientos.
Recogemos indicios que señalan la existencia de un movimiento, todavía incipiente, en el sentido de superar el paradigma de la homogeneidad.
La principal aportación de este estudio es mostrar que en el interior del aula algunos/as profesores/as osan preguntarse ?por qué no? (Bachelad, 1970) indagación que lleva a la reflexión sobre la actuación y a desvelar aspectos significativos del proceso de enseñanza/aprendizaje. Todo esto contribuye a que la evaluación deje de ser, para los profesores y profesoras, una práctica de clasificación para convertirse en una práctica de investigación.
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