El conejo silvestre (Oryctolagus cunuculus) experimentan un diclive poblacional que ha propiciado la repoblación, a veces realizada con animales producidos en cautividad. Este trabajo caracteriza la producción del conejo silvestre genéticamente puro mediante reproducción en jaula, con los objetivos de conocer sus limitaciones y de generar conocimientos que permitan la mejora de las técnicas de producción en cautividad estricta.
Se utilizaron conejos silvestres del sur de la Península Ibérica, de la subespecie O.c.algirus. Se tomaron de las huras con una edad de unos 25 días y se alojaron en jaulas 35 x 51 cm de planta y 35 cm de altura al aire libre, siendo alimentados ad libitum con pienso para conejos dométicos.
La reproducción se acometió mediante monta natural introduciendo la hembra en al jaula del macho durante siete días. Cada hembra dispuso de un nidal de madera, con unas dimensiones interiores de 17 x 23 cm de planta y de 20 cm de altura, y se proporcionó paja para la elaboración de los nidos.
El reapareamiento se realizó en el momento del destete, que se practicó a los 30 días del parto. Los conejos se vacunaron contra la mixomatosis y la enfermedad vírica hemorrágica.
Dos terceios de los conejos silvestres son fértiles, con independencia de su sexo, desde la estación reproductora siguiente a la de su nacimiento, manteniendo el carácter fértil al menos hasta la edad de tres o cuatro años. Se propone que la vida útil reproductora puede durar al menos tres años y que las tasa de reposición debe ser un 30 ó 40% superior al número de animales a sustituir, tanto en machos como en hemras. La fertilidad se incrementaba a partir de enero, era elevada de febrero a abril, máxima en marzo y disminuía en mayo siendo nula a partir de junio. Esta estacionalidad reproductora coincidía con la propia en libertad.
Las cubriciones fértiles ocurrían en muchos casos con un retardo medio de dos días desde la i
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