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Aportación de la inteligencia emocional, personalidad e inteligencia general al rendimiento académico en estudiantes de enseñanza superior

  • Autores: Nélida Pérez Pérez
  • Directores de la Tesis: Juan Luis Castejón Costa (dir. tes.), Raquel Gilar Corbi (codir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante ( España ) en 2013
  • Idioma: español
  • Número de páginas: 503
  • Tribunal Calificador de la Tesis: María Ángeles Martínez Ruiz (presid.), Natalio Extremera Pacheco (secret.), Pablo Fernández Berrocal (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: RUA
  • Dialnet Métricas: 1 Cita
  • Resumen
    • INTRODUCCIÓN Como sabemos la educación es un hecho intencionado y, en términos de calidad de la educación, todo proceso educativo busca permanentemente mejorar el rendimiento del estudiante.

      Desde mediados de siglo se acepta que las diferencias individuales en Rendimiento Académico obedecen a tres tipos de factores: los intelectuales, los de aptitud para el estudio y los de personalidad. Algunos autores afirman que los primeros dos son los más importantes para predecir el Rendimiento Académico y explican la mayor parte del fenómeno (Eysenck y Eysenck, 1987).

      El concepto de Personalidad ha sido uno de los más relevantes dentro del ámbito de la psicología. Su interés en explicar el comportamiento humano, en tratar de conocer las distintas formas que tiene cada persona para pensar, actuar y sentir, ha sido abordada por numerosos investigadores inmersos en la búsqueda de dimensiones básicas y de taxonomías que permitan ordenar la gran cantidad de atributos que describen las diferencias individuales (Cattell, 1957). En la actualidad existe un amplio consenso en considerar el Modelo de los Cinco Factores (MCF) (McCrae y Costa, 2003) como la propuesta taxonómica más adecuada de la estructura de la Personalidad.

      Aunque la trayectoria científica, hasta hace pocas décadas, se ha centrado en desarrollar todos aquellos aspectos ligados a la parte intelectual, siendo pues el estudio sobre la Inteligencia general, uno de los campos más prolíficos dentro de la psicología. Tanto desde el punto de vista teórico como desde la perspectiva aplicada la inteligencia se reveló como un campo donde se suceden contribuciones relevantes y significativas, a la vez que se mantienen en la actualidad importantes controversias teóricas. En este trabajo, queremos también incluir el estudio del papel que juega la Inteligencia Emocional en la explicación del Rendimiento Académico.

      Durante la década de 1980, la idea renovada sobre la Inteligencia (Gardner, 1993; Sternberg, 1985), así como las investigaciones sobre la emoción y la interacción de esta con la cognición (Mayer, Salovey, y Caruso, 2000) fueron decisivas para revivir, y motivar a la investigación. Surgiendo el constructo de la Inteligencia Emocional, interesada en el papel de la emoción en diferentes ámbitos como el educativo, personal o profesional, (Ciarrochi et al. De 2006; Matthews et al. 2007). En el campo de la literatura científica, las distintas aportaciones sobre la inteligencia emocional se han polarizado en dos vertientes no contrapuestas pero si con matices muy distintos, emergiendo así dos modelos teóricos diferenciados: Modelo teórico de la Inteligencia Emocional considerada como una habilidad mental encargada de procesar la información emocional, es decir, centrada en el procesamiento cognitivo de las emociones. Modelo teórico mixto, en el que se incluyen aspectos emocionales y también los referidos a rasgos de personalidad como optimismo, autoestima, habilidades sociales, etc.

      Esta duplicidad de ideas dará lugar a su vez a una forma distinta tanto de evaluar, como de intervenir, desembocando en programas de intervención bien diferenciados.

      Los estudios más recientes de Mayer, Salovey, y Caruso, (2007) definen el constructo Inteligencia Emocional, como un subconjunto de la inteligencia social, entre las que se encuentran las habilidades para controlar los sentimientos y emociones propias y ajenas; la capacidad de discriminar entre ellas y de ser capaz de utilizar la información emocional e integrada en nuestro pensamiento y a su vez en nuestra acciones.

      MOTIVACION DE LA TESIS Esta tesis ha sido motivada con el objetivo de describir i analizar en profundidad las características de las últimas investigaciones sobre los constructor de personalidad, inteligencia psicómetrica e inteligencia emocional.

      Analizar las relaciones existentes entre las variables de Personalidad, Inteligencia psicométrica e Inteligencia Emocional. Comprobar el valor de los factores propios de la Inteligencia Emocional en la predicción/explicación del Rendimiento académico en una muestra amplia de estudiantes universitarios, estableciendo su validez incremental sobre los aspectos de la Inteligencia psicométrica tradicional y los factores generales de Personalidad. Derivar implicaciones para la inclusión y desarrollo de las habilidades o competencias-clave identificadas, en los planes de estudio y/o programas educativos de la educación superior, elaborados en el marco del Espacio Europeo, con la finalidad posterior de favorecer el desarrollo profesional de los estudiantes universitarios. En una muestra de estudiantes universitarios pertenecientes a los grandes ámbitos científico-profesionales, el humanístico-educativo, el científico-tecnológico, el socioeconómico y el sanitario.

      DESARROLLO TEÓRICO El trabajo de la tesis doctoral titulado " Aportación de la Inteligencia Emocional, Personalidad e Inteligencia general al Rendimiento Académico en estudiantes de Enseñanza Superior". Y como refleja su título en él se analiza el papel de la Inteligencia General (C.I.), la Inteligencia Emocional y la Personalidad en la predicción del Rendimiento Académico en estudiantes universitarios. Los participantes en el estudio fueron 604 estudiantes universitarios de último curso de varias titulaciones de la Universidad de Alicante pertenecientes a diversos ámbitos de conocimiento: Científico-tecnológico, Socio-jurídico, Educación, Humanidades y Bio-sanitario.

      Los instrumentos empleados en el estudio fueron: el test de factor ¿g¿ Escala 3 de Cattell como medida de la Inteligencia General; el Inventario de los cinco grandes factores de Personalidad de Costa y McCrae (NEO PI-R); la medida del Cociente Emocional (EQ-i) de Bar-On (1977, 2000), la Trait Meta-Mood Scale (TMMS-24) de Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai (1995), y el invetario SSRI de Schutte (1998), como medidas de la Inteligencia Emocional; y el Rendimiento académico operativizado a través de la nota media del expediente académico de los estudiante. El diseño y análisis de datos hace uso de distintos procedimientos dentro de un método general de carácter correlacional, que incluye técnicas de tipo predictivo/explicativo y de análisis causal.

      El análisis de regresión jerárquico que se empleó para establecer la contribución específica de las variables o factores relativos a la inteligencia emocional, a la explicación de los diferentes criterios de rendimiento, controlado el efecto de los factores generales de la inteligencia general y la Personalidad. Y el análisis de modelos de estructuras de covarianza, que se empleó para establecer la dirección de las influencias causales existentes entre las variables observadas o variables latentes, entre sí, y en relación con el criterio (Rendimiento Académico). Estos análisis se realizaron mediante el empleo de los programas informatizados de análisis estadístico SPSS .19, AMOS 20.

      CONCLUSIONES Del estudio de este trabajo se pueden extraen las siguientes conclusiones teniendo en cuenta algunos de los objetivos e hipótesis planteadas.

      En referencia a la muestra de sujetos, como puede observarse en los descriptivos, hay un número ligeramente mayor de mujeres (58,2%) que hombres (41,8%), aunque la diferencia no sería tomada en cuenta como un sesgo de los resultados obtenidos en los diferentes análisis.

      Aunque si cabría, en investigaciones futuras, tratar de igualar el número entre hombre y mujeres, a fin de que no se produzcan desajustes o variaciones en los resultados por una cuestión de género.

      Por lo que respecta a estos datos, quizás, en trabajos futuros sería interesante igualar el número de sujetos participantes de cada uno de los ámbitos educativos.

      Aparecen relaciones entre los factores pertenecientes a la variable Personalidad y los propios de la Inteligencia Emocional. Si atendemos al análisis correlacional así como también, el modelo final del análisis de ecuaciones estructurales, ambos presentan los resultados esperadas, apareciendo influencias tanto directas como indirectas, de los factores de Personalidad sobre los emocionales del TMMS-24 y el EQ-i:S Total.

      Contrariamente a lo esperado, en los análisis de este trabajo, no aparece la relación planteada en esta hipótesis entre las variables emocionales sobre el CI Cabe tener presente los instrumentos utilizados para llevar a cabo este trabajo.

      Contrariamente a lo esperado, no se han obtenido contribuciones significativas de los factores emocionales sobre el Rendimiento Académico. Si a través de los rasgos de Personalidad del NEO-PI-R, los Cinco Grandes Factores, que hacen referencia a los logros, esfuerzo, competencias, sentido del deber, el orden y la autodisciplina, entre otros. Se han producido pues, asociaciones positivas entre los factores de la Personalidad y el rendimiento académico (De Fruyt y Mervielde, 1996; Gray y Watson, 2002). La intensidad o el grado de las relaciones, sin embargo, tienden a variar sustancialmente a través de los distintos factores, lo que sugiere que algunos de estos rasgos pueden ser más relevantes para predecir el rendimiento académico que otros como hemos visto anteriormente en los análisis (Chamorro-Premuzic y Furnham, 2003a; De Fruyt y Mervielde, 1996; Gray y Watson, 2002; Lievens et al., 2002).

      El rendimiento académico se asocia positivamente con los Cinco Grandes tales como la Responsabilidad, la Apertura a la experiencia y la Amabilidad. Desde el meta-análisis no aparece influenciado por las variables emociones o intelectuales.

      A tenor de los resultados obtenidos en este trabajo, los factores de Personalidad ejercen una gran influencia en el Rendimiento Académico, así como también con los factores emocionales. Es pues interesante además de seguir investigando en esta línea, utilizando nuevos instrumentos para evaluar sobre todo los factores emocionales, a través de distintos instrumentos de medida, es decir, ir más allá de los autoinformes y aportar datos relacionados con la Inteligencia Emocional a través de instrumentos de medida de habilidad tal como el MSEIT, a fin de profundizar más en esta hipótesis.

      Con los resultados aportados, cabría poder implementar en las universidades programas, cursos de formación o acciones similares que pudieran favorecer y desarrollar los aspectos personales, sin descuidar como no, los emocionales. Cabe tener presente que la Personalidad ejerce una influencia en la Inteligencia Emocional, con lo cual, ambas variables podrían ser tomadas en cuenta.

      En conclusión, nuestros resultados tienen una importante contribución para la comprensión de los logros académicos, así como para la identificación de vínculos entre la Personalidad, y el rendimiento académico.

      La investigación futura podría avanzar en la comprensión de de la naturaleza compleja del Rendimiento Académico tomando en consideración aspectos factores ambientales, tales como el estatus socioeconómico o el tipo de universidad (pública o privada, pequeña o grandes) como predictores de rendimiento académico.


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