Las orquestas, en el pasado reflejo del crecimiento económico y del bienestar de las ciudades, se encuentran en evolución hacia un modelo más participativo, precursor de proyectos culturales con una doble vertiente: la educativa y la perdurabilidad y relevo generacional de su público objetivo. La educativa, entendida como formación integral del individuo y su interactuación con la sociedad a la que pertenece. Una educación no formal que incide en la educación continua a lo largo de toda la vida. Por otra parte, la perdurabilidad y relevo generacional de su público, entendida desde la perspectiva de lograr establecer un continuo diálogo con la sociedad, atendiendo a sus demandas, a través de una participación activa en el hecho cultural. Las formaciones orquestales encuentran su función en esta sociedad a través de diversos programas formativos, estructurados de diferentes maneras para lograr alcanzar un mayor campo de actuación.
El objetivo de esta investigación se centra en analizar desde una perspectiva social y educativa, la función de las formaciones sinfónicas, a través de diversos programas paradigmáticos de ámbito colectivo. En este estudio, la relación entre las formaciones sinfónicas y la sociedad es entendida desde una perspectiva comunitaria, poniendo el foco de atención en el impacto social y formativo, en su ámbito de actuación y su poder transformador en la sociedad.
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