Esta investigación propone la intersección entre prácticas artísticas contemporáneas, archivos fotográficos y educación a partir de tres ejes conceptuales: la noción de historia planteada por Walter Benjamin en sus Tesis sobre la historia (1939-40), quien concibe el pasado como un tiempo en activo que nos interpela, como sujetos del presente, a rendir cuentas con la historia; la revisión de la noción de archivo fotográfico, concebido desde la posmodernidad no como repositorio de verdades últimas sino como un espacio cuyas imágenes, desde su carácter polisémico, pueden ser releídas y resignificadas; y finalmente los postulados de la pedagogía crítica que nos invitan a entender los contextos de educación formal como lugares no sólo de reproducción cultural sino también de producción y enunciación de saberes. Desde la confluencia de estos posicionamientos, la investigación parte de un análisis de aquellas prácticas artísticas que, bajo el paraguas del giro historiográfico, revisan desde la década de los años 90 del siglo XX las narrativas históricas hegemónicas desde una aproximación a la noción de archivo y/o a sus materiales. Observando las recurrencias entre los discursos y formas de trabajar de las obras reunidas, la tesis elabora una propuesta de modelización creada para ser implementada en contextos de educación formal (educación secundaria). De esta forma, se busca generar una herramienta que facilite el trasvase de conocimientos disciplinares en el aula para problematizar, desde el arte contemporáneo y los archivos fotográficos, las nociones de historia y memoria, así como para analizar el papel de la imagen fotográfica en la construcción de las narrativas históricas. Con ello, esta tesis doctoral busca generar espacios de análisis y producción cultural e histórica en las aula Rancière) de lo que puede ser dicho, pensado, y visto como condición imprescindible para su participación en la esfera pública y en nuestro mundo común.
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