En esta tesis se presenta una propuesta ética-literaria de lecturas y de prácticas lectoras. Estas lecturas se constituyen en un corpus literario de álbumes ilustrados para los lectores jóvenes en busca de una identidad. Se describen también las respuestas de esos lectores al programa de lecturas seguido, y se acompaña con ejemplos de la experiencia práctica de lectura. Se defiende un modelo de educación literaria que hace frente al desafío de superar una enseñanza de la literatura centrada en la transmisión unidireccional de saberes.
Se trazan líneas de trabajo con obras literarias cuya finalidad es la educación literaria y la formación de la competencia lecto-literaria.
La formación literaria con álbumes ilustrados promueve la dimensión estética, emocional y ético-humanizadora. Se considera la práctica docente como un escenario magnífico en el que cultivar valores cívicos o éticos como los citados, de modo que colaboremos en formar futuros ciudadanos que construyan una sociedad que viva de acuerdo con un “mínimo común ético”, es decir, que se guíe por unos valores cívicos necesarios para convivir en una sociedad de forma pacífica.
Por tanto, la educación literaria en las aulas de Secundaria plantea un desafío en estos tiempos: trazar líneas de trabajo con obras literarias que desde lo emocional unan lo estético y lo ético, que permitan al lector adolescente profundizar en ideas sobre la propia vida y la de los demás, que le permitan en definitiva “humanizar y humanizarse”.
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