Resumen de Valorización del subproducto de brócoli (brassica oleracea, var. Italica) y del subproducto y la planta de alcachofa (cynara scolymus) para alimentación de cabras murciano-granadinas
La alimentación de los animales representa más del 60% de los costes de una explotación ganadera. Además, la producción de alimentos para uso ganadero comporta un consumo elevado de recursos naturales limitados, como tierra, agua y combustibles fósiles. También es frecuente que los ingredientes de las raciones de los animales tengan que recorrer largas distancias antes de acabar en la granja, con el consiguiente gasto y contaminación por transporte. Todo ello repercute negativamente en el sector de la producción animal, tanto de forma económica como a través del impacto sobre el medioambiente, lo cual fomenta la creciente animadversión entre la sociedad actual, fundamentalmente en el entorno urbano. Una solución a estos problemas es el aprovechamiento de subproductos locales para alimentación animal, que conlleva varias ventajas para la sociedad actual y futura, como la reducción de los recursos necesarios para la producción de alimentos de origen animal y las emisiones de gases de efecto invernadero, transformando los residuos contaminantes para el medio ambiente procedentes de la agricultura en materias primas y produciendo alimentos de calidad y de alto valor biológico para el hombre.
España, junto con Italia, es uno de los principales países productores de brócoli y alcachofa de la Unión Europea. La producción nacional se concentra en el sur de la provincia de Alicante y Región de Murcia, donde 2018 se alcanzaron cifras superiores a 9.000 ha de superficie de cultivo de alcachofa, cifrándose la producción total de esta hortaliza en más de 120.000 t, y 260.000 t de brócoli. El resto de cultivo de alcachofa que queda en campo tras su recolección equivale a 11 t de forraje por hectárea. Por otra parte, solo el 50 y 70% de las alcachofas y brócolis que se transportan a las industrias envasadoras y congeladoras es utilizado, el resto se compone de las brácteas, tallos y partes no comestibles. Todo ello conlleva una gran disponibilidad de estos subproductos que pueden ser aprovechados mediante su utilización para alimentación animal.
La hipótesis principal de esta Tesis Doctoral es que el empleo del subproducto y planta de alcachofa y el subproducto de brócoli en raciones balanceadas para alimentación de ganado caprino lechero no interfiere en el rendimiento productivo, calidad de la leche ni en la salud de los animales. Sin embargo, dado el alto contenido en humedad y estacionalidad de estos subproductos agrícolas, es necesario someterlos a un proceso de conservación que asegure una óptima calidad y disponibilidad durante tiempos prolongados. Para ello se puso a punto la técnica de fabricación de silos de tipo bala de 300 kg de peso con subproducto y planta de alcachofa y subproducto de brócoli, determinando la estabilidad del proceso de fermentación en el día 30 y asegurando su viabilidad hasta 200 días desde el comienzo del ensilado.
Para conocer la aceptación y el grado de preferencia de las cabras por este tipo de silos, se realizó una prueba “en cafetería” en la que se correlacionó la ingestión de ensilado con su composición, dando como resultado que las cabras mostraban mayor preferencia por aquellos ensilados que habían pasado por un proceso homofermentativo, donde la producción de ácido láctico había sido mayoritaria, como en el caso del ensilado de subproducto y planta de alcachofa. Por otra parte, el ensilado de subproducto de brócoli dio lugar a un proceso heterofermentativo donde se produjo un nivel superior de ácido butírico, reduciendo con ello la ingestión de este alimento.
Debido al bajo coste de estos subproductos y a su contenido en nutrientes, resulta interesante incluir la máxima cantidad posible en las dietas de los animales, pero sin llegar a perjudicar su salud ni nivel de producción ni calidad de la leche. Para conocer la cantidad máxima óptima a incluir, se formularon dietas para cabras lecheras que incluían diferentes concentraciones de subproducto de brócoli y subproducto y planta de alcachofa ensilados. El subproducto de alcachofa ensilado solo se testó hasta un nivel de inclusión de 25%, consiguiendo resultados satisfactorios al no observar diferencias relevantes con la ración testigo. Respecto al subproducto de brócoli y planta de alcachofa ensilados, se vio que, a corto plazo, con hasta un 40% las cabras no mostraban diferencias relevantes con aquellas que habían sido alimentadas con una ración con ingredientes convencionales, como alfalfa y cereales (estos competidores de la alimentación humana). Incluso se observó una mejor calidad en el perfil lipídico de la leche de aquellas cabras alimentadas con planta de alcachofa ensilada, dado la menor concentración de algunos ácidos grasos saturados, como láurico, mirístico y palmitíco, y mayor de poliinsaturados, especialmente los ácidos vacénico y ruménico, además de unos menores valores de los índices de aterogenicidad y trombogenicidad, obteniendo así un perfil más beneficioso desde el punto de vista de la prevención de enfermedades cardiovasculares en seres humanos. Finalmente, se realizó otra prueba para conocer cómo les afectaba a los animales el consumo de estos subproductos ensilados en un 40% de la ración durante una lactación completa, comprobando la ausencia de diferencias importantes en producción y calidad de la leche de la dieta que incluía planta de alcachofa en comparación a una ración convencional, y corroborando los resultados obtenidos anteriormente en cuanto a una grasa más beneficiosa de la leche, debido a mayor contenido en ácido α-linolénico y menor ratio n6/n3, así como menores Índices de Aterogenicidad y Trombogenicidad. Sin embargo, la inclusión de un 40% de subproducto de brócoli ensilado no fue del todo satisfactoria, ya que generó la selección de ingredientes dentro de la ración y se redujo la ingestión, afectando de forma negativa al rendimiento productivo y a la recuperación de peso vivo del animal tras el pico de lactación.
