Efectos del descenso térmico y del ayuno en la fisiología de la dorada (sparus aurata). Implicaciones en la enfermedad de invierno

• Autores: Antoni Ibarz
• Directores de la Tesis: Jaume Fernández i Borràs (dir. tes.)
• Lectura: En la Universitat de Barcelona ( España ) en 2003
• Idioma: español
• Tribunal Calificador de la Tesis: Joaquim Gutiérrez Fruitós (presid.), Josefina Blasco Mínguez (secret.), Rosa Flos (voc.), María Dolores Furones Nozal (voc.), Manuel Carrillo Estévez (voc.)
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• Resumen

  • Se estudió primeramente la respuesta de la dorada, al período invernal en las condiciones de las explotaciones comerciales (en tres piscifactorías de litoral catalan) y en condiciones controladas. Se detectó una pérdida de peso en el inicio de las bajas temperaturas invernales, los animales dejaron de comer pero las variaciones en la composición tanto del hígado como del músculo fueron mínimas. Los animales con signos evidentes de la enfermedad presentaban un incremento de más del 50% del porcentaje de lípidos hepáticos que se relacionaron con los cambios de aspecto y consistencia que presentaba este órgano. Además estos animales mostraban una elevada actividad plasmática del enzima ASAT (Aspartato Aminotransferasa) debido al daño tisular.

    Para estudiar los efectos del cambio de temperatura y del ayuno se desarrollaron tres protocolos de bajada controlada de la temperatura y del ayuno forzado a 14ºC y a 18ºC. Los registros del consumo de oxígeno demostraron una elevada dependencia de la tasa metabólica con la temperatura, independientemente del tipo de bajada térmica y sin signos aparentes de aclimatación a las bajas temperaturas (8ºC y 12ºC). A nivel fisiológico del cambio térmico incremento el contenido de lípido en el hígado en forma de triacilglicéridos rápidamente (a los 8 días) siendo producto de una mobilización interna de las reservas. La actividad del hígado resulta afectada por estos cambios y podría explicar el inicio de la enfermedad de invierno.

    Los efectos del ayuno a elevadas temperaturas no son los mismos que los que producen el descenso térmico. En ayuno forzado a 18ºCX el glucógeno hepático se mobiliza rápidamente conjuntamente con la grassa visceral y el lípido muscular.