Ricardo Mariano Saviron Cornudella
Hemos estudiado el desarrollo de la organización dinámica de los osículos timpánicos en embriones y fetos humanos. Para ello se han estudiado 45 series embriológicas humanas de edades comprendidas entre los 32 días (6 mm) y recién nacidos.
Una vez realizadas las mediciones para datar cronológicamente los embriones y fetos, se llevo a cabo una minuciosa y cuidadosa disección de los temporales en bloque; posteriormente fueron fijados en formol al 10 %, descalcificados con ácido nítrico al 2%, deshidratados en alcoholes a concentraciones progresivamente crecientes, incluidos en parafina, cortados en serie a 7 gin., y teñidos con la técnica Tricrómico de Martins.
Los osículos timpánicos se desarrollan mediante dos tipos de osificación intramembranosa y endocondral. Por osificación membranosa las corticales de hueso perióstico y la totalidad de la apófisis anterior del martillo y por osificación endocondral el resto de los osículos. La apófisis externa y el mango del martillo, y la apófisis lenticular se desarrollan por un mecanismo de sustitución endocondral mientras que el resto de hueso lo hace por aposición y reabsorción endóstica.
El desarrollo de la organización de las líneas de fuerza del martillo comienza a las 16 semanas por medio de dos fascículos corticales situados en el cuello, a las 21 semanas se prolongan hacia la cabeza, a las 23 semanas a la apófisis externa y a las 24 semanas al mango. En el mango del martillo la distribución de las lineas de fuerza se transmite mediante tres fascículos cardinales, dos por las corticales y uno por el centro del hueso. Este fascículo intermedio se origina a partir de las 29 semanas de desarrollo y termina de consolidarse a las 31 semanas. En la apófisis externa las lineas de fuerza están representadas por dos fascículos que se originan en el cuello y que terminan rodeando a la cavidad medular a las 32 semanas.
El desarrollo de la organización de las líneas de fuerza
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