La tesis "Las relaciones entre cine e historia: cultura y sociedad en el New Hollywood" parte de un análisis social centrado en la cinematografía y aborda la importancia del cine como medio sociológico e histórico y la relación que se establece entre estas materias y las películas.
La investigación parte de dos hipótesis principales: la primera es la validez del cine de ficción como recurso de aprendizaje histórico y sociológico y la verificación de la relación construida entre historia y cine de ficción; la segunda está relacionada con la aplicabilidad de esa conexión en la década de los sesenta, atendiendo a los cambios sociales y a la producción cinematográfica del New Hollywood, un movimiento del cine norteamericano que coincide con un momento especialmente convulso desde los puntos de vista cultural y político.
Para ello lleva a cabo un estudio crítico de las principales teorías sobre la relación cine-historia, estudiando el estado de la cuestión para alcanzar una posición sobre su validez actual. Desde este punto de vista alcanza dos conceptos esenciales para el análisis narrativo posterior: la historia de las mentalidades (una teoría basada en que las creencias, los pensamientos y las creaciones del hombre son también historia y merecen ser estudiados y analizados como la historia de la cultura material o intrahistoria: aquellos sucesos cotidianos que forman la cultura de un pueblo y que sirven de contrapunto a la historiografía oficial) y la existencia de un cine de raigambre nacional, que asume que las motivaciones para hacer cine han surgido en general en paralelo a las construcciones de la identidad ideológica de cada país.
Posteriormente, la investigación aplica el estudio de las relaciones entre cine e historia al caso concreto del cine norteamericano de la década de los sesenta. Para ello realiza en primer lugar una panorámica de la situación socio-política de EE.UU y su sistema cinematográfico, que dieron origen a la generación denominada New Hollywood, haciendo especial hincapié en la formación del fenómeno de la contracultura. Terminado este análisis, el autor realiza un estudio de una muestra representativa de cinco películas del fenómeno estudiado.
Para ello, la investigación desarrolla dos procesos complementarios desde un punto de vista metodológico: en lo correspondiente al estado de la cuestión de las relaciones cine-historia y a la situación socio-política y del sistema cinematográfico de la época, hace uso de una perspectiva analítica. Por otro lado, en el estudio de la muestra de películas representativas del periodo incorpora una perspectiva comparativa, a través del análisis no solo de las fuentes primarias sino de su relación con otros films de la época.
Con todo ello, el autor verifica las dos hipótesis planteadas en el inicio de la investigación: la validez del cine de ficción como recurso de aprendizaje histórico y sociológico y la aplicabilidad de dichas teorías en este periodo de la cinematografía estadounidense.
De esta manera el autor prueba la suficiencia de las películas como documentos históricos y sociológicos de primer orden y reflexiona acerca de su valor intrínseco como material de calidad en el trabajo de un historiador, centrándose en dos aspectos: el reflejo de la identidad colectiva en las películas y su capacidad para reproducir los elementos de la cultura.
Por otra parte, la investigación alcanza desde la perspectiva del clima social el concepto del cine como contra-análisis de la historia oficial y hace un paralelismo, a través de diferentes variables demostradas a lo largo de la investigación, de la cinematografía y la historia de la época, demostrándose que las películas analizadas cumplen la doble misión de mostrar la historia de las mentalidades y otorgar, tomadas como conjunto, una referencia fiable de lo que supusieron los cambios sociales en la época y de la profundidad que alcanzó el cuestionamiento de los pilares de la ideología estadounidense a todos los niveles.
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