INTRODUCCIÓN La formación de los futuros maestros de primaria presenta interrogantes y dudas que abordaremos en este trabajo. Los futuros maestros de primaria tienen, en su mayoría, actitudes negativas hacia la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias, y su formación previa en ciencias suele ser deficiente, ya que la mayoría de ellos han estudiado humanidades en su bachillerato. Esto suele dar lugar a que se sientan incapaces o poco confiados a la hora de enseñar ciencias en la escuela. Por lo tanto, es de suma importancia que sientan que pueden aprender en profundidad cualquier idea básica de la ciencia, como un paso previo para mejorar sus actitudes y sus emociones hacia la enseñanza de la ciencia a los niños. Ante este panorama nos planteamos cuál sería la mejor manera de enseñar ciencias a los futuros maestros para superar estas carencias y que puedan aprender y enseñar ciencias de manera adecuada. Revisando la investigación encontramos que existe un consenso sobre que una manera de superar esos obstáculos puede ser la enseñanza problematizada o por investigación guiada. Modelo de enseñanza que usamos en esta investigación.
DESARROLLO TEÓRICO Y RESULTADOS Estudiamos el efecto que produciría la enseñanza en profundad de un tema de ciencias sobre los conocimiento y las actitudes de los futuros maestros. El problema fundamental de la ciencia tratado en este estudio es sobre la astronomía diurna y se dividió en dos problemas: un primer problema más empírico ("¿Hay regularidades en el movimiento del Sol? ¿Están estos cambios interrelacionados?"), Seguido de un segundo más deductivo con el objetivo de explicar los datos empíricos registrados en el primer problema ("¿Cómo se mueven el Sol y la Tierra para que ocurran los ciclos y simetrías existentes?"). El logro del conocimiento de contenido se evaluó utilizando los indicadores de aprendizaje previamente establecidos, que representan lo que los profesores deben "saber" y "saber hacer" sobre el tema de ciencias tratado. Trabajamos con ocho grupos experimentales y dos grupos control. Para medir hasta qué punto se alcanzaron estos indicadores de aprendizaje se utilizó un cuestionario que se pasó antes y después de la instrucción a los grupos experimentales y a los grupos control (con el fin de comprobar en qué grupos se obtenían mejores resultados) y dos exámenes, que solo se pasaron a los grupos experimentales (con el fin de comprobar si los resultados eran consistentes en el tiempo y con distintos profesores que usaran la misma metodología). Los datos del cuestionario muestran que los alumnos de los grupos experimentales obtuvieron resultados claramente mejores que los de los grupos control. Por otro lado los resultados de los exámenes muestran un alto nivel de logro alcanzado por maestros en formación después de un curso siguiendo una metodología por investigación guiada y también se muestra que ni la formación previa, ni la actitud inicial influyen en ese nivel alcanzado. Estos buenos resultados se obtuvieron para ocho grupos distintos, durante cuatro cursos, con tres profesores diferentes, lo que muestra la consistencia de la metodología.
La segunda parte del trabajo estudia si la enseñanza recibida ha sido capaz de modificar y generar buenas actitudes hacia el aprendizaje y la enseñanza de la ciencia, aspecto muy a tener en cuenta ya que lo que los maestros sienten hacia una asignatura lo trasmiten a sus alumnos. Para realizar este seguimiento se utilizaron tres instrumentos, una encuesta de autopercepción final, un seguimiento de las interacciones que habían tenido sobre el tema tratado con personas ajenas al aula y un cuestionario sobre las emociones que habían sentido en diversos momentos del desarrollo del tema. Al finalizar el curso les pasamos la encuesta, donde los alumnos evaluaban su actitud hacia la asignatura y la metodología, también el otro cuestionario para que mostraran como se habían sentido en diversos momentos del curso que coincidían con momentos importantes en el desarrollo de las clases y los temas y un formulario para contar el número de interacciones y el número de personas con las que habían hablado del tema. Al analizar los resultados hemos encontrado que las actitudes finales de los alumnos eran claramente positivas, independientemente de si tenían actitudes iniciales positivas o negativas. Y también se ha encontrado que las actitudes finales eran mejores en los alumnos que mejores notas sacaban, pero incluso los que no alcanzaban los indicadores de comprensión acababan con una actitud claramente positiva hacia la asignatura. Por otro lado se encontró que las emociones mejoraban de principio a mitad de curso, a partir de donde permanecían elevadas. Finalmente encontramos que el tema tratado en clase les había resultado muy interesante ya que la mayoría de los alumnos habían hablado en varias ocasiones y con varias personas ajenas al aula sobre el este tema.
CONCLUSIÓN Todos los resultados anteriores prueban que esta metodología de enseñanza logra que los futuros maestros: Puedan alcanzar un conocimiento profundo de las ideas básicas de la ciencia y de esta manera mejorar sus conocimientos y su confianza para enseñar ciencias.
Mejoren sus actitudes y emociones hacia la enseñanza de las ciencias, lo que consideramos un paso muy fundamental para que en el futuro puedan enseñar ciencias con entusiasmo e interés en la escuela primaria.
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