La República de Panamá se encuentra próxima a un momento crucial de su historia. Tal como establecieron los Tratados Torrijos Carter, firmados en 1977, Estados Unidos entregará el Canal y corresponderá su administración a la República de Panamá, en el mediodía del 31 de diciembre de 1999. A menos de cuatro meses del traspaso y administración del Canal de Panamá, son diversas las incertidumbres que en torno al destino de la entidad canalera se vienen formulando. Si bien es lógico que surjan interrogantes ante una situación novedosa, también es cierto que muchos de los temores ante un futuro inmediato no están siempre fundados. El interés en el futuro de esta vía interoceánica es compartido tanto por sus muy diversos usuarios como por el pueblo panameño en particular. Ante la reciente caracterización de una economía mundial en la que la interdependencia parece imponerse, es interesante aproximarse al rol del Canal de Panamá en los últimos años. Por otra parte, la recuperación de la soberanía del Canal y diversos terrenos adyacentes, es para el pueblo panameño, por encima de todo, una cuestión de orgullo. Además, se abre la posibilidad de una nueva inserción de aquel en el desarrollo panameño. Ahora bien, corresponde a la República de Panamá la oportunidad de ganarse la confianza de la comunidad internacional. Responde este trabajo al intento de aclarar algunas de las dudas sobre el destino de la entidad canalera a partir de enero del año 2.000
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados