La olvidada presencia de voluntarios iberoamericanos en la Guerra Civil española, se corresponde, en buena medida, con la posición marginal a que suele quedar relegada Iberoamérica con respecto a los acontecimientos que sacuden el mundo en la década de los treinta y que encuentran en la España de 1936 un punto álgido, con el conflicto abierto entre las grandes opciones que se enfrentaban, a nivel mundial, en el nuevo escenario dejado por la primera Gran Guerra y la crisis económica de 1929. Sin embargo, este primer ejemplo de globalización que supuso la implicación en la guerra española tanto de estados como de poderes económicos o individuos a título personal, no dejó de alcanzar a los países iberoamericanos, donde igualmente se manifestaron las tensiones señaladas, que cristalizaron, en el terreno que ahora nos interesa, con el envío de un contingente no despreciable de voluntarios. En un número aún no precisado, pero que podría situarse entre los dos mil quinientos y los tres mil, los voluntarios iberoamericanos participaron en la guerra española en las más diversas circunstancias (lo que ha contribuido a diluir su aportación). En el frente, en la retaguardia, en las unidades extranjeras y en las regulares españolas, desde las posiciones de mayor responsabilidad hasta las que pasaron más desapercibidas, su distribución por nacionalidades, profesiones, ubicación en el ejército, etc., constituyen el tema de este trabajo y permiten establecer algunas tendencias específicas y generales del mundo iberoamericano con respecto al fenómeno general de internacionalización de la guerra.
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