Lo rural y la agricultura fueron sinónimos en la sociedad tradicional; y el proceso de cambio conocido como modernización consistió, en gran medida, en el tránsito hacia una sociedad en la que lo urbano era sinónimo de lo industrial.Pero con la irrupción de las nuevas tecnologías y de la revolución científico-técnica se ha producido un proceso de urbanización de lo rural, así como se ha puesto en crisis el sistema industrial tal y como se venía configurando hasta los pasados años setenta.Hoy hay un continuo pueblo-urbe y la agricultura, la industria y los servicios se fundamentan en la misma lógica (la maximización del beneficio) y en la misma racionalidad instrumental (la adecuación medios-fines).En estas condiciones Europa ha transitado desde una agricultura deficitaria a otra de excedentes. Y lo rural ha dejado de ser sinónimo de lo agrario y asume, junto a la función agrícola, otras funciones: agroalimentación, transformación de productos agrarios, oferta de consumo de ocio en contacto con la naturaleza, etc.Las cooperativas agrarias pueden servir de instrumento para que le sector agrícola no sólo sea competitivo sino que también pueda cumplir la función de incrementar la solidaridad entre los hombres de la tierra, y al mismo tiempo, la de integrar la agricultura en la Unión Europea.
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