Resumen. Para componer una obra, el creador dispone de un cierto número de ideas dominantes, que funcionan como puntos fijos en torno a los cuales se desarrolla la pieza. El valor de estas ideas, que a veces toman la forma de teorías tomadas de las ciencias físicas o matemáticas, se justifica a posteriori, por la realización de las obras que surgen de ellas, y no a priori: la verdad experimental o lógica de lo que afirman se pone aquí entre paréntesis. Estos soportes son los principios heurísticos de la creación. El objetivo de este trabajo es analizar las heurísticas de la creación de Boulez y Xenakis.
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