Los cambios físicos, químicos y microbiológicos que tienen lugar en las frutas y hortalizas tras su recolección llevan indefectiblemente a la pérdida de calidad y aceptabilidad durante su comercialización. Con la elección de la tecnología de conservación y envasado y del material de envase con las adecuadas características de barrera a gases y vapores, así como su respuesta a los diferentes factores externos como la temperatura, la humedad, la luz, y las manipulaciones propias de la comercialización se puede conseguir alargar la vida útil de los alimentos con garantías de calidad y seguridad. El envasado en atmósfera modificada es en la actualidad la tecnología de conservación más ampliamente utilizada para la comercialización de frutas y hortalizas en fresco. Con la adecuada composición de la atmósfera de envasado en combinación con la refrigeración se reduce el crecimiento de microorganismos, así como los procesos metabólicos y la pérdida de agua. Ahora bien, esta tecnología de ...
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