Emplear el aprendizaje basado en problemas para abordar marcos teóricos y métodos en comunicación audiovisual: un caso práctico

• José Luis Valhondo-Crego ^[1]
  1. [1] Universidad de Extremadura

     Universidad de Extremadura

     Badajoz, España

     
• Localización: Unidos por la comunicación: Libro de Actas del XII Congreso Internacional Latina de Comunicación Social / coord. por David Caldevilla Domínguez, 2020, ISBN 978-84-09-25842-0, pág. 318
• Idioma: español
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• Resumen

  • La asignatura de Teoría de la Comunicación forma parte de los grados de Comunicación Audiovisual de los planes de estudio de la Universidad española. Se trata de una asignatura básica para entender dos cuestiones básicas del Grado: por una parte, la delimitación del objeto de estudio “Comunicación”, que estará presente como concepto durante todo el periplo del estudiante. Por otra parte, los marcos teóricos y métodos clásicos en los que se fundamenta la comunicación audiovisual. En el contexto de esos marcos destaca la teoría del interaccionismo simbólico y la figura de Erving Goffman. Este texto aborda el proceso de enseñanza-aprendizaje de este encuadre teórico y la metodología que emplea a través de la realización del Aprendizaje Basado en Problemas o Proyectos (ABP, en sus siglas). El ABP estipula la realización de tareas relacionadas con la solución a algún problema de tipo práctico planteado al estudiante, que debe participar de modo activo investigando y acumulando conocimiento y desarrollo de competencias para procurar un resultado final. En este caso, el problema planteado se centra en el análisis de una escena de un film de David Mamet, “Glengarry Glen Ross” (1992). El alumnado debe investigar y examinar los conceptos de guión social, juego y rito comunicativo en la escena propuesta. El objetivo de este ABP también incluye como resultado de aprendizaje la aplicación del método de análisis de contenido. El ABP se realiza en dos etapas en lasque se presentan resultados. En la primera etapa se emplea un cuestionario de auto-aprendizaje y en la segunda una co-evaluación supervisada por el docente. La evaluación tiene, por tanto, un valor formativo aparte de su valor sumativo. Los resultados de esta actividad indican niveles de engagement alto por parte del alumnado, así como una asimiliación relevante de conocimiento, superior en lo que atañe al marco teórico respecto al método.