Con un enfoque muy experiencial y personalizado, la restauración en los alojamientos aboga por ser saludable y sostenible, al tiempo que busca la minimización del desperdicio.
La oferta gastronómica de los hoteles se alinea con el cliente, cada vez más responsable, consciente y exigente en cuanto al producto y la experiencia. Los grupos hoteleros centran sus estrategias en la rentabilización de estos espacios con una restauración a medida, sostenible, eficiente y muy conectada con el público local. Para diferenciar su oferta, continúan las alianzas con chefs y operadores especializados, sin abandonar el desarrollo de conceptos propios con el foco puesto en la innovación y la transformación de los destinos.
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