La modernidad de las obras expuestas en el Salón de Otoño de París de 1912 supuso tal escándalo que el asunto llegó a debatirse en la Cámara de los Diputados. Se señaló la masiva participación extranjera en los salones oficiales como causa principal del alejamiento de premisas estilísticas que encarnaban la tradición francesa. La presión social fue tal que el salón tuvo que modificar sus estatutos para limitar la participación foránea en las exhibiciones. Sin embargo, la profundización en algunos datos estadísticos, así como el estudio pormenorizado de los catálogos de exposición, apunta a otras causas encubiertas en contra del arte moderno.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados