Inicio la comunicación con una serie de reflexiones que van desde los gustos y aficiones de los jóvenes a la importancia de la lectura. Ésta no sólo es importante para el desarrollo de la personalidad sino como una forma de llenar la vida. Pero para atraer a los jóvenes a la lectura es necesario que ésta se convierta en una actividad de disfrute. Para lograrlo me apoyo en lo expresado por Mihaly Csikszentmihalyi en su obra “Fluir”. El “flujo” es un estado que se produce en el individuo cuando está realizando una actividad que le agrada. Mientras dura este estado, la persona se absorbe y centra su atención de tal modo en la actividad que está realizando que se olvida del mundo que le rodea. Su satisfacción es tal que siente cada vez con más frecuencia la necesidad de entrar nuevamente en ese estado óptimo. Lograr que nuestros jóvenes entren en estado de “flujo” por medio de la lectura podría ser una solución al eterno rechazo de la lectura. La parte central de mi comunicación es el relato de una experiencia que desarrollé en el aula, el curso pasado, con un grupo de alumnos de 3º de E.S.O. Tras una serie de actividades, conseguí que mis alumnos entrasen en estado de “flujo” a través de la lectura de El maleficio de la mariposa, de Federico García Lorca. El eje central de esas actividades era el análisis de los sentimientos, ponerse en el papel de los personajes. Los chicos disfrutaban leyendo. Finalizo reflexionando sobre la poca atención que se presta a la educación de los sentimientos de los alumnos y sobre la importancia de la literatura para la educación de las emociones. Unos versos de Bukowski, sobre lo que significó para él la Biblioteca pública de Los Ángeles, ratifican mi exposición.
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