Madrid, España
1. TM essofágicos: son provocados por la alteración en los mecanismos de control neurohormonal o muscular. Se clasifican en:
A: TME primarios: la acalasia esofágica afecta a toda la longitud esofágica. Solo en el 4% de los niños aparece antes de los 15 años. Los datos patológicos son degeneración de las células ganglionares en los plexos mioentéricos y cambios inflamatorios crónicos. La manometría muestra ondas de alta presión en cuerpo esofágico, con elevación de la presión del EEI. La sintomatología consiste en disfagia y síntomas respiratorios. En los niños pequeños predomina la sintomatología respiratoria.
La Rx de tórax y el tránsito son de gran ayuda diagnóstica con un esófago proximal dilatado y un estrechamiento en pico de pájaro en la unión fagogástrica.
Tratamiento fundamentalmente quirúrgico: la dilatación y la operación de Heller. La dilatación esofágica es menos beneficiosa y más peligrosa niños que en adultos. La cardiomiotomía anterior asociada a un procedimiento antirreflujo, que puede realizarse por vía abdominal o torácica tanto por vía laparotoracoscópica como abierta.
El 90% de los tratados quirúrgicamente mejora su sintomatología.
B. TME secundarios a patología orgánica (reflujo gastroesofágico, atresia esofágica, esofagitis cáustica, esofagitis eosinofílica).
C. TME secundarios a enfermedades generalizadas (esclerodermia, pseudoobstrucción intestinal crónica, diabetes mellitus, enfermedad de Chagas).
2. TM gástricos: la gastroparesia es un TM definido por un retraso en el vaciamiento gástrico esencialmente de sólidos, sin evidencia de obstrucción mecánica y se caracteriza por nauseas crónicas, disconfort epigástrico y vómitos recurrentes.
El 50% de los casos son idiopáticos. Puede aparecer como complicación cirugía, lesiones nerviosas o musculares intrínsecas y extrínsecas, infecciones, alteraciones endocrinometabólicas, medicamentos.
Las infecciosas, gastroenteritis por rotavirus o bacterias, son transitorias y se recuperan completamente. Al inicio del cuadro los niños presentan dilatación gástrica y vómitos, además de diarrea. El diagnóstico es clínico y rara vez están indicadas las exploraciones complementarias.
Métodos de diagnóstico: manometría gástrica, electrogastrografía, gammagrafía tránsito intestinal y estudios con carbono.
El tratamiento es nutricional y médico sintomático con el fin de mejorar la motilidad gástrica.
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