Experiencias realizadas con juegos cooperativos han demostrado que son un medio eficaz para introducir en los niños los conceptos y actitudes relacionadas con cooperar y compartir y que estas actividades lúdicas mejoran las habilidades comunicativas y de control de la tensión y que el contexto de la escuela es ideal para esto, encontrándose los niños al mismo tiempo con dos agentes de socialización importantísimos: los adultos y los iguales. El desarrollo de las competencias básicas, en lo que está centrada la educación en la actualidad, nos permite pensar en que a través de la educación y de la escuela, podemos construir una sociedad más justa y democrática y poner los cimientos de la escuela inclusiva.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados