En un milagro ejemplar, una señora pide a Santo Tomás de Canterbury que le dé unos ojos hermosos y "variados" para ser más atractiva. Pierde la vista y sólo la recupera gracias a la intervención milagrosa del santo. Esta historia plantea muchas preguntas: en primer lugar, ¿cuál es el significado de la palabra latina varios, se refiere a los ojos “vairons” (disímiles) o a los ojos “vairs” (brillantes)? ¿Por qué el traductor castellano del exemplum del siglo XV decidió añadir la palabra verdes? ¿Atestigua esta adición una nueva apreciación, a finales de la Edad Media, del color verde, que es excepcional para los ojos... y que, sin embargo, también está presente en la descripción que hace Pulgar de los ojos de la reina Isabel?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados