Oviedo, España
Giuseppina Torregrossa (Palermo, 1956-) plasma en su primera novela, L’Assaggiatrice, las características que definen ingüísticamente su tierra natal: Sicilia.Sirviéndose de los diálogos de los personajes, esta escritora emplea el italiano estándar, el italiano de Sicilia y el siciliano con el fin de dar mayor realismo a la trama de la que puede considerarse el epítome de su producción literaria. Esta técnica le permitirá acercarse al público de la isla, si bien comportará una serie de dificultades a la hora de trasladar sus contenidos al castellano. En este artículo se presta especial atención a los aspectos más complicados que ha debido asumir el traductor, ejemplificándose de forma contrastiva cada uno de ellos.
Giuseppina Torregrossa (Palermo, 1956-) portrays in her first novel, L’Assaggiatrice, the characteristics that linguistically define her native land: Sicily. Using the dialogues of the characters, this writer uses standard Italian, Italian of Sicily and Sicilian in order to give more realism to the plot of the book that can be considered the epitome of her literary production. This technique will allow you to get closer to the audience of the island, although it will involve a series of difficulties when it comes to transferring its contents into Spanish. In this article, special attention is paid to the most complicated aspects that the translator has had to tackle, each of them exemplified in a constrative way.
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