Francisco Rodríguez Mora, Ángel Blanco-López
Este trabajo persigue un doble objetivo. En primer lugar, presentar una propuesta de actividades para el aprendizaje de un modelo sobre disoluciones en un contexto de enseñanza relacionado con el consumo de agua de bebida embotellada. Además, mostrar los resultados obtenidos sobre el nivel de desempeño de los participantes cuando describen y explican el proceso de disolución de un cristal de sal en agua con la ayuda de un modelo de partículas presentado en forma gráfica.
Las disoluciones pertenecen por igual al mundo de la química y al de la vida cotidiana, por lo que su estudio se considera relevante para que el estudiante comprenda el entorno que lo rodea. En el ámbito curricular conforman un núcleo de contenidos de especial interés para una adecuada comprensión de la química, y de la ciencia en general, por lo que su aprendizaje se considera básico desde los niveles iniciales de la educación obligatoria. En el marco de un aprendizaje significativo, se muestra necesario que el estudiante dote de sentido y encuentre utilidad a aquello que se le enseña en el aula, por ejemplo, a través de la utilización de problemas y situaciones de la vida diaria como podría ser, en este caso, el consumo de agua de bebida embotellada como alternativa al agua de la red de abastecimiento público. Por otro lado, la utilización en el aula de ciencias de modelos –entendidos aquí como herramientas para ayudar a los estudiantes a la comprensión y explicación de fenómenos que no pueden ser directamente observables– desempeñan un importante papel para la correcta interpretación de las disoluciones, así como para la justificación, a escala submicroscópica, del proceso de disolución.
Las actividades que aquí se presentan se enmarcan en el diseño, implementación y análisis de una propuesta de trabajo más amplia, en forma de secuencia didáctica, que requirió, por un lado, de un desarrollo iterativo de varios ciclos basado en el enfoque metodológico de las investigaciones de diseño, así como de la descripción pormenorizada de las situaciones observadas en el aula a través de estudios de caso. Fue llevada a la práctica con un grupo de 25 estudiantes del tercer curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Tras la implementación de la secuencia didáctica el alumnado realizó una prueba de evaluación escrita integrada por nueve tareas, en una de las cuales se debía ofrecer una descripción del proceso de disolución de un cristal de sal en agua, en términos de partículas submicroscópicas, con el apoyo visual de una sencilla imagen tomada de un texto escolar. Para analizar las respuestas de los estudiantes a esta tarea de evaluación se construyó una rúbrica con cinco indicadores y cuatro niveles de desempeño para cada uno de ellos. Los indicadores utilizados fueron los siguientes: construcción narrativa de la explicación desde el punto de vista lingüístico; utilización de los términos propios del modelo de partículas presentado; descripción del papel que juegan las sustancias durante el proceso de disolución; y finalmente, descripción del proceso y descripción del estado final del sistema material.
Los resultados obtenidos muestran que la descripción y explicación del fenómeno de disolución a través de un modelo de partículas no fue una tarea fácil para los estudiantes. De interés fue encontrar cómo una importante muestra de los participantes ignoró el papel del agua (centrando su atención únicamente en el cristal de sal) para explicar el proceso de disolución, como si tal transformación no fuera una consecuencia de “estar en el agua”. De todo ello se deriva la necesidad de revisar los modelos utilizados teniendo en cuenta que, tanto en los aspectos gráficos como en los verbales, se debe prestar más atención al papel que juega cada sustancia en el proceso, así como a la descripción del estado final.
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