La Economía Social, de forma coherente con los rasgos que conforman su identidad, ofrece los canales adecuados para propiciar la integración de colectivos que se hallan en situaciones de exclusión social. Uno de estos colectivos ha sido, tradicionalmente, el de las mujeres. Con esta comunicación se pretende resaltar el papel de las entidades que conforman la Economía Social, y en particular, las de naturaleza empresarial, en la integración de las mujeres en el mundo del trabajo y cómo el autoempleo se convierte en una vía de emancipación de este colectivo. De manera especial, se pondrá atención en el colectivo de mujeres inmigrantes en las grandes urbes. Este grupo forma parte de un fenómeno que se ha dado en llamar “trabajo invisible”. La Economía Social puede ser la fórmula que permita hacer emerger el trabajo realizado por estas mujeres.
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