María Gloria Pérez Serrano, Fernando López-Noguero
La situación social en la que nos encontramos es un campo abonado para el despegue definitivo de la Educación Social y, consecuentemente, para la consolidación de la figura del educador social, ya que esta sociedad de principios de milenio que nos ha tocado vivir precisa de auténticos agentes socioculturales y socioeducativos (profesionales o voluntarios), agentes de cambio y transformación social, cualificados para una labor dinamizadora, de desarrollo y mejora.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados