El sodio es aportado en la dieta por tres fuentes: la sal añadida al cocinar o aliñar, el sodio contenido en los alimentos y el agua que consumimos. Además, es importante leer el etiquetado de los alimentos, ya que pueden contener sodio en forma de: bicarbonato, fosfato de disodio, glutamato de monosodio, alginato de sodio, hidróxido de sodio, propinato de sodio, sulfito de sodio, etc. Mostramos unas tablas con los grupos de alimentos clasificados en aconsejados o desaconsejados para su consumo en pacientes que precisan una dieta controlada en sodio, así como ejemplos de dietas hiposódicas moderada y estricta. Las aplicaciones principales de las dietas restrictivas en potasio son: insuficiencia renal aguda o crónica, acidosis metabólica, daño tisular e ingesta excesiva de potasio de la dieta. Se aconseja: evitar el consumo de alimentos integrales, así como verduras, frutas frescas y legumbres, los alimentos congelados, las sales de régimen y someter los alimentos a remojo. • Respecto a la dieta en la hipertensión arterial, se revisan las dietas DASH y se recogen las recomendaciones nutricionales para su prevención y tratamiento: mantener un peso adecuado al sexo y la edad, < 6 g/día de consumo de sal, abstención de alcohol, reducir la ingesta de grasa al 30-35% de la energía total, evitar el consumo excesivo de café, té y bebidas de cola y modificar el estilo de vida con más ejercicio físico.
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