Campañas publicitarias de mayor notoriedad, técnicas de exposición más cuidadas y la incorporación de marcas extranjeras de prestigio, confirman un nuevo posicionamiento de la moda en los grandes y pequeños almacenes. Apuntando a un público joven y exigente, se pretende trasplantar la fisonomía y el saber hacer de las boutiques al interior de los edificios, creando una estructura de auténticos multicentros. La dura competencia de tiendas como Massimo Dutti o Zara obliga a no descuidar la relación calidad-precio y a iniciar la aventura de la especialización.
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