La restauración de la Catedral de Burgos constituye un ejemplo claro de la necesidad de un debate profundo sobre criterios, autenticidad y pérdida de valores que puede originarse con las intervenciones, y sobre todo se echa en falta un debate sobre la ética de las actuaciones. El Plan Nacional de Catedrales posiblemente sea un instrumento que, con el ansia de devolver a los edificios el color y la forma originales para dejarlas como recién nacidas, está sirviendo para efectuar intervenciones de destrucción del patrimonio de forma pacífica, planificada, consentida por tanto y realizada con financiación pública, pero al fin y al cabo una destrucción del patrimonio por adulteración y despojo. Se está produciendo la industrialización de los valores creativos y la mercantilización de la obra de arte, lo que lleva consigo la pérdida de la autenticidad del bien.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados