En esta ocasión no sirven ni los diccionarios ni los traductores. Las nuevas generaciones hispanas en EE UU ya tienen su propio idioma: el Spanglish, que se enriquece día a dia y ya es la primera lengua en muchas zonas de Nueva York, California, Texas o Florida. Los guardianes de la ortodoxia muestran su ira ante esta manipulación espúrea del español.
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