Simón Martí Angulo, Isabel Lizana Pinilla
Una cuarta parte de las perras no castradas mayores de diez años sufren esta patología. Sin embargo, en las gatas la incidencia de piometra es escasa debido a las características de los ciclos reproductivos donde el influjo hormonal sobre el útero es menor que en las perras. A lo largo del artículo haremos un repaso de la piometra desde su patogenia hasta su diagnóstico y tratamiento médico.
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