Delegados y jurado habían acudido a San Sebastián con el ánimo un tanto flojo, pero abandonaron la ciudad con la impresión de que la publicidad española conserva cierta solidez y estabilidad en su creatividad. Esta opinión generalizada no significa, sin embargo, que los asistentes se olvidaran de la necesidad de crear ideas innovadoras como tampoco lo hicieron a la hora de destacar la digna actuación del jurado. Con muy pocas excepciones, este año se señaló la profesionalidad de sus nueve miembros y la disminución del porcentaje de galardones que recibieron las agencias a las que representaban. El hecho de que el gran premio de los "nueve" coincidiera con el de los delegados fue un dato que también jugó a su favor. La campaña de Tandem DDB N CG para Volkswagen cautivó a todos los asistentes, pero también lo hizo, aunque no ganara, la película de Contrapunto para Renfe. Como en años anteriores, la "short list" mereció las críticas de siempre: incomprensiblemente, hay películas que no deberían estar y otras que deberían, y no están.
La calidad de la producción española se resaltó entre todos los asistentes pero las productoras, muy a su pesar, se quedaron sin su premio.
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