La experiencia de los usuarios es una de las fuentes principales de información para el diseño de un producto o servicio, esto aplica también para los niños, observar sus emociones y reacciones permite tomar decisiones para diseñar. Sin embargo, los principios que se utilizan para estudiar al usuario y proyectar soluciones para adultos no pueden ser aplicados de igual forma en niños dado que sus necesidades, habilidades y especialmente expectativas, son muy diferentes. En este artículo se exploran algunas recomendaciones a tomar en cuenta cuando se hace investigación con niños, en función de las particularidades de su desarrollo cognitivo y emocional; también se presentarán ejemplos de cómo se trabaja con ellos como usuarios en diferentes partes del proceso de diseño, y la riqueza de entenderlos no sólo como sujetos de estudio sino como informantes, participantes o evaluadores de prototipos.
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