En el 2012 se publica un relato titulado “L’eterno abbraccio del biancospino”, donde aparece una Medea en la que se funden diferentes personajes y diosas. Adriana Assini modifica el carácter clásico de Medea, que actúa aquí de forma reflexiva, premeditada, fundiendo en sí los poderes de las otras magas: Circe y la dama del lago (Viviana o Morgana), pero conservando su rasgo de mujer enamorada y vengativa. Se enamora de Werner después de haberle concedido el don de la juventud y cuando su amante quiere dejarla, utiliza un encantamiento para retenerlo para siempre entre las ramas de un Blancoespino. En esta venganza se nos muestra su rostro de diosa primigenia, a mitad de camino entre la "Potnia Theron" y la diosa Hécate.
In the short story “L’eterno abbraccio del biancospino”, published in 2012, Medea personifies different characters and goddesses. Adriana Assini modifies the Classical Medea, who acts here in a reflexive and premeditated manner, blending the powers of other female magicians: Circe and the Lady of the Lake (Viviana or Morgana). Yet, she preserves her distinctive feature of revengeful woman in love. Medea falls in love with Werner after having granted him with the gift of youthfulness and, when her lover is willing to abandon her, she uses a spell to entangle him in the branches of a white hawthorn. This revenge unveils the face of a primitive goddess, in between "Potnia Theron" and Hecate.
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