Al igual que en otros sectores productivos (cosmética, medicina, etc) las nanotecnologías y los nanomateriales presentan numerosas aplicaciones en el campo de la alimentación, desde la agricultura al envasado y procesado de alimentos y suplementos alimentarios. De entre ellas, la más desarrollada en la actualidad es su empleo como materiales de contacto con alimentos. Pero su lanzamiento y éxito comercial pasa por demostrar su seguridad. La seguridad de los nanomateriales en alimentación, así como de cualquier otro peligro presente en los alimentos, se basa en la evaluación de riesgos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estableció una guía general para llevarla a cabo. Así, dadas las características particulares de los nanomateriales, se establece que no se pueden predecir su toxicidad a partir de la información disponible de sus homólogos no nanoestructurados, siendo necesario en su caso adaptar los métodos de ensayo para identificar y caracterizar el peligro correctamente. De igual modo, son necesarios datos de exposición, pero aún hoy es difícil determinar nanomateriales en matrices alimentarias de forma rutinaria. La caracterización del riesgo, se podrá establecer siempre que se tengan datos adecuados sobre la identificación y caracterización del peligro y sobre la evaluación de la exposición. Los avances actuales y futuros en el conocimiento de la seguridad de los nanomateriales contribuirán a incrementar la presencia de la nanotecnología en el mercado con garantías para el consumidor.
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